Mantenimiento del colchón

Te compartimos consejos para cuidar y alargar la vida de vuestro colchón ¡Toma nota!

1. Ventilación

Es importante ventilar el dormitorio y su ropa de cama todos los días. Todas las habitaciones de una casa deben airearse a diario, ya que con ello eliminamos malos olores, bacterias, se reduce la humedad y el calor en el colchón. Para ello se debe ventilar el dormitorio con la cama abierta y las sábanas retiradas.

Y es que, tener una buena higiene en el colchón es tan sencillo como abrir la ventana y dejar que se ventile la cama mínimo 10 minutos antes de hacer la cama o cambiar las sábanas.

2. Cambiar de posición

Para asegurar que el colchón no pierda su ergonomía con deformaciones derivadas del peso o la presión del cuerpo al dormir: hay que cambiar la posición del colchón con cierta periodicidad. ¿Cuánto? Unas 4 veces al año como mínimo, las correspondientes al cambio de estación, por ejemplo. Este cambio de posición debe ser: de izquierda a derecha y de la cabeza a los pies. Con este volteo evitamos el rápido deterioro y hundimiento del colchón causado por la presión que ejerce nuestro cuerpo al dormir noche tras noche.

3. Protección

Limpiar el colchón y el somier no es un proceso sencillo, además no siempre se consigue recuperar su buen estado. Por ello es aconsejable protegerlo con una funda. Lo mejor es utilizar fundas y materiales 100% transpirables para que no interfiera en la calidad de nuestro sueño. Esta funda debe cubrir únicamente la superficie más cercana al cuerpo y dejar la otra cara al aire, garantizándose su aireación. También debe ser lavable, para poder cambiarla con los cambios de ropa de cama, asegurando que siempre esté limpia y en perfecto estado.

4. Elegir la base adecuada

La base es un elemento a tener en cuenta para el correcto mantenimiento del colchón. ¿Por qué?

No escoger una base adecuada puede dañar la calidad del descanso y el colchón.
Una base en mal estado puede dañar el colchón.
La base debe adecuarse al tipo de colchón.
Una base en malas condiciones o poco adecuada puede provocar una mala adaptabilidad del colchón.
Además, puede afectar a la durabilidad y el confort de nuestro equipo de descanso.

5. Buena higiene

Lavar con cierta periodicidad la ropa de cama ayudará a mantener los ácaros y bacterias alejados, asegurando la durabilidad del colchón. Una vez a la semana, como mínimo, se debe realizar el cambio de la ropa de cama, además de ventilar nuevamente el dormitorio y el colchón.

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Fuente: Morfeo